
“Quien de amarillo se viste, o de su belleza confía o de sinvergüenza se pasa” “El que de amarillo se viste a su belleza se atiene”. Estos populares refranes se refieren a lo riesgoso de vestir este color que no siempre resulta favorecedor. El amarillo es un color con sensaciones contradictorias no solo en el aspecto psicológico sino en su significado y origen. Si nos remontamos a sus orígenes, amarillo viene del latín “amarus” que significa amargo, triste, a través de la forma “amarĕllus”. De allí vemos la relación de este color con el estado de la piel de ciertas enfermedades hepáticas por mencionar algunas. Por otra parte, también podemos extraer esta palabra del árabe “ambari” o color ámbar y otras que provienen del griego “amarysso”, brillo o resplandor, por su relación con el sol y el oro. Si analizamos su traducción en inglés, la palabra “yellow”, está asociada con Yell, que significa gritar. Su traducción al alemán es “Gelb”, del verbo “gellen”…